Los esfuerzos para proteger contra el dengue son más efectivos cuando participan comunidades enteras. En algunas partes del mundo, por ejemplo, en Singapur y Cuba, las comunidades han trabajado juntas y han logrado reducir la propagación del dengue.1
Los mosquitos que transmiten el dengue se reproducen en agua estancada. Deshacerse de los recipientes que contienen agua, o colocarles tapas o cubiertas, es una forma eficaz de reducir el número de mosquitos.
También funciona identificar los sitios donde se reproducen los mosquitos y eliminarlos, o limpiarlos y tratarlos con insecticidas.1
Estar preparado para los brotes de dengue y tener un plan puede reducir la propagación de la enfermedad, de modo que menos personas se enfermen de dengue. Capacitar a líderes comunitarios, trabajadores de la salud, hablar con vecinos, amigos y familiares sobre los beneficios de limpiar los espacios públicos para reducir la reproducción de mosquitos también puede marcar la diferencia.2
En Singapur, un sistema de semáforos dirigido por el gobierno informa a los residentes sobre la cantidad de personas que se enferman de dengue en su comunidad. Les recuerda qué hacer para ayudar a reducir el riesgo de infección en las zonas rojas o amarillas y permanecer atentos en las zonas verdes.3